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El continente europeo simplemente no concibe como viable la posibilidad de prohibir la venta de coches de combustión convencionales. Esta visión iría en concordancia con las orientaciones de la Unión Europea hacia la sostenibilidad. No obstante, según conciben expertos conlleva consecuencias negativas a nivel de la economía familiar.

Prohibir la venta de coches de combustión no es compatible

vender coches de combustión

A finales de 2018, el Gobierno español anunció la intención de prohibir a partir del año 2040 la venta de coches de combustión. Esta concepción resultó polémica por tratarse de una medida drástica que se contempla en la denominada Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica-

Como respuesta a ello, la comisaria europea de Industria y Mercado Interior, Elzbieta Bienkowska, aseguró que la mencionada medida no es compatible con las leyes comunitarias de la región, según reseñó Europa Press.

Por el contrario, Bienkowska señala que, en cambio, si resulta viable implementar otras medidas para frenar la contaminación ambiental. Una de esas medidas puede ser restringir el tráfico en el casco de las ciudades más pobladas. En definitiva, acciones como esta permitirá mejorar la calidad del aire en los ambientes urbanos.

“Bajo la actual normativa de homologación de la Unión, la prohibición completa de la comercialización, importación y matriculación de coches nuevos de gasolina y diésel en un Estado miembro no es compatible con la ley de la UE”, declaró la comisaria europea, según reseña la agencia de noticias, Europa Press.

Con miras a la transición “cero emisiones”

Pese a considerar inviable la prohibición de la venta de coches de combustión, la comisaria sostiene que es indispensable la transición hacia los coches “cero emisiones”. Así, si bien el gobierno no debe prohibir la comercialización de los coches convencionales, la demanda del mercado los irá desplazando poco a poco.

Sería muy temprano hablar de fechas concretas para la desaparición de los motores diésel y a gasolina. No obstante, a juicio de Elzbieta Bienkowska su presencia culminará antes de lo que se piensa por razones de carácter medioambiental.

En cuanto a las empresas automovilísticas en Europa, la vocera considera que “se están quedando atrás”, pues no han centrado los esfuerzos suficientes para el desarrollo de tecnologías sostenibles, relacionada a coches eléctricos, híbridos y de hidrógeno.

¿Por qué se propone prohibir la venta de coches en España?

La propuesta de España no se orienta en prohibir la circulación de coches de combustión, como se ha propuesto en otros países como el Reino Unido, sino de prohibir la venta de este tipo de coches. Se estima que implementar esta decisión significa erradicar la presencia de los coches que funcionen con hidrocarburos.

venta de coches de combustión

Esta propuesta resulta prácticamente imposible a nivel práctico en países productores de automóviles, cuando dos décadas son poco tiempo para sustituir por completo el parque automotor.

Los automóviles no son los únicos responsables de la contaminación ambiental por la emisión de gases, aunque si uno de los mayores emisores de óxidos de nitrógeno y de partículas finas en suspensión.

¿Qué pasaría ante la prohibición de venta de coches de combustión?

Imaginemos que se haga efectiva la prohibición de la venta de coches de combustión. España cuenta con un parque automotriz conformado por casi 30 millones de vehículos, de los cuales más de 23 millones corresponden al ámbito turismo. A juicio de expertos, siendo optimistas España demoraría al menos dos décadas en renovar completamente el parque móvil de turismos.

coches tradicionales

El inconveniente es más complejo de lo que parece. La edad promedio del parque automotor español supera los doce años. Estudios recientes afirman que en la actualidad más de 7 millones de coches tienen más de 10 años. En otras palabras, la renovación del parque automotor sería demasiado lento y, además, se enfrenta la posibilidad de que la edad promedio del parque automotor continúe creciendo.

Una medida drástica al respecto impactaría en la economía familiar con incidencia negativa, pues la situación socioeconómica no les permitiría a muchas familias adquirir un coche nuevo con tecnologías innovadoras que, además, resultan más costosas.

Ante tales circunstancias, se prevé que la mayoría de personas puedan tener su primer coche cero emisiones en un plazo no inferior a 10 años tras la prohibición de venta de turismos con motor de combustión interna, derivada de combustibles fósiles.

Por último, al margen de la economía doméstica, es importante pensar en cómo afectaría la globalización de los nuevos coches eléctricos. Seguramente el Gobierno implementaría nuevos impuestos en la factura si se dispone de un punto de carga eléctrica para coche.