Cada día aumenta el interés por el uso de combustibles alternativos para el funcionamiento de coches familiares y vehículos de carga pesada en España. Esto motivado a diversas razones, entre las cuales está la independencia energética y la menor incidencia de contaminación a nivel global.
¿Qué son los combustibles alternativos?

Los combustibles alternativos son aquellas fuentes de energía que sustituyen a los combustibles fósiles convencionales, como la gasolina y el diésel. El uso de estos combustibles contribuye a la descarbonización de los convencionales y a disminuir el impacto negativo medioambiental.
Entre los beneficios de los combustibles alternativos están la reducción de las emisiones de efecto invernadero y la recuperación de energía.
Así, en España se dan dos situaciones particulares que inciden en la sustitución de los combustibles fósiles por combustibles alternativos: el agotamiento de la producción de petróleo y la disminución de las emisiones contaminantes a la atmósfera.
A continuación, explicamos cuáles son los combustibles alternativos con mayor presencia en la industria de coches.
El etanol
El etanol es uno de los combustibles alternativos a base de alcohol que se obtiene a través de procesos de fermentación y de destilación de productos como la cebada, el maíz y el trigo.
Cabe destacar, que el etanol puede ser mezclado con la gasolina para aumentar el nivel de octanaje y, como resultado, disminuir el impacto de las emisiones.
Su cualidad positiva tiene que ver con que la materia prima para su fabricación es renovable. No obstante, el punto en contra consiste en el impacto negativo sobre el costo y la disponibilidad de los alimentos derivados de esos productos.
Gas natural
El gas natural es otro de los combustibles alternativos que se ha expandido por diversos países mediante servicios que llevan el gas a hogares y empresas para uso doméstico y comercial.
Al ser empleado en motores especialmente diseñados para impulsar coches y camiones, el gas natural permite la disminución de las emisiones nocivas en comparación a las generadas por combustibles fósiles como la gasolina y el diésel.
No obstante, en contraposición a los efectos positivos de este combustible también se enfrenta una desventaja. Y, es que el proceso de producción de gas natural crea un gas de efecto invernadero con mayor impacto en calentamiento global que el CO2.
Electricidad
La electricidad es una fuente de energía que puede ser empleada como combustible alternativo en coches eléctricos e híbridos y en coches recargables que funcionan con baterías.

En primer lugar, los vehículos eléctricos tienen un sistema de almacenamiento de energía en baterías que se recargan al enchufar el coche a una toma de corriente estándar. Por su parte, los vehículos de pilas generan su propia electricidad a partir de una reacción electroquímica al combinar el hidrógeno y el oxígeno.
Entre los aspectos positivos encontramos que la electricidad para el transporte es eficiente gracias a la presencia de suficientes redes eléctricas en el país. Por su parte, en el caso de las pilas de combustible, la ventaja radica en la producción de electricidad sin contaminación ni combustión.
En cuanto a los aspectos negativos de la electricidad tenemos que gran parte se genera a partir de carbono o gas natural, lo cual tiene incidencia negativa en el ambiente.
En todo caso, los coches eléctricos continúan siendo la opción más ecológica existente del mercado automotriz.
Hidrógeno
Al ser mezclado con el gas natural, el hidrógeno puede funcionar como un combustible alternativo para coches. Es un combustible limpio. Uno de los puntos negativos que enfrenta el uso de este combustible es la falta de infraestructura de abastecimiento y las dificultades que supone su implementación.

Propano
Al propano también se le conoce como GLP o Gas Licuado de Petróleo. Se trata de un subproducto que se deriva del procesamiento de gas natural y de la refinación del crudo. Este combustible genera menos emisiones que la gasolina.
Biodiésel
El biodiesel es también un combustible producido con aceites vegetales y grasas animales e incluso aceites reciclados. Los motores normales de coches pueden ser convertidos para quemar biodiesel. Este es un combustible seguro y biodegradable. No obstante, dispone de escasa infraestructura de producción y distribución.
Dentro de la categoría de los combustibles alternativos también podemos mencionar metanol y a los combustibles de la serie P, que son los que se crean a partir de la mezcla de etanol, gas natural y metiltetrahidrofurano (MeTHF).

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